¿Quién fue José Clemente Orozco?
José Clemente Orozco fue uno de los tres grandes del Muralismo Mexicano en el siglo XX, junto a Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Orozco se convirtió en una referencia del movimiento artístico Lationamericano.
Nació en Jalisco, y pasó la mayoría de su infancia en Guadalajara antes de mudarse a la Ciudad de México donde conoció las obras del caricaturista José Guadalupe Posada. Recibió su primera formación artística en la Academia de las Bellas Artes.
Tiempo después en un accidente de pólvora el artista mexicano perdió su mano derecha, pero eso no le impidió detener su carrera artística. Fue hasta 1922 cuando se juntó con Rivera y Siqueiros para formar el muralismo mexicano.
El muralismo mexicano es un movimiento que surge en la Revolución Mexicana, pero es hasta los 20’s cuando se empieza a considerar un arte. Lo que se buscaba con el Muralismo Mexicano era construir el valor de la nación, valorando la cultura mesoamericana y destacando la figura indígena. Se intenta acercar los momentos más importantes en la historia de México, y fomentar la unión entre el pueblo mexicano y el amor hacia la patria.
En 1943 participa como fundador del Colegio Nacional, y tres años después consigue ganar el Premio Nacional de Bellas Artes de México.
José Clemente siempre mostró interés en los temas sociales, después de varios años en Europa donde aprendió acerca del Barroco optó mucho por esa técnica para sus murales. Sus temas preferidos eran; la historia de México y la crítica al mundo contemporáneo. Siempre buscaba lograr representar bien estéticamente al índigena, por lo que generalmente en sus obras tendía a usar el gigantismo como parte de sus composiciones.
La técnica que usaba él se le denomina como fresco, la cual consiste en pintar sobre una capa húmeda de cal con pigmentos minerales disueltos en agua. Una de las técnicas más difíciles de conseguir porque requiere de rapidez, y no cualquiera logra tener éxito.
El muralista mexicano cuenta con diversas obras en su ciudad natal, muchas de ellas son consideradas las más importantes, y están distribuidas en diferentes localizaciones, como el Hospicio Cabañas y el Palacio de Gobierno.
“Orozco no cuenta ni relata; tampoco interpreta: confronta los hechos, los interroga, busca en ellos una revelación que puede descubrir el visitante avezado”. Octavio Paz
Orozco siempre buscaba en sus obras representar lo que era México, y su cultura para atraer ese sentimiento de amor hacia la patria y que uno pueda sentirse orgulloso de ser mexicano. Sus obras continúan siendo un gran ejemplo en Latinoamérica por su gran trabajo con el expresionismo y el mensaje que buscaba mandar con cada una de sus obras.
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